sábado, 1 de septiembre de 2012



Macerata, verano de 2005.

Componer melodías imposibles,
Libar la lluvia oscura de tu pelo,
Acariciar tus sueños escondidos,
Recorrer con mis manos tu desnudo,
Adornar las esferas de tus horas,

Contemplar tu semblante entretenido
O esperar que amanezca tu mirada,
Respirar el aroma de tus mares
Rielando lentamente en tu figura,
Escuchar la sonrisa de tus labios,
Darte un beso, escondido entre las sombras,
O estrechar con mis dedos tus caderas…
Resulta un gran placer para el sosiego.

Haz posible que pueda contemplarte
En noches de memoria venturosa
Remando en las tormentas dulcemente.
No dejes que tus ojos se entristezcan
Aunque se escondan nubes en tus días.
Ni que el sol abandone tu semblante
De diosa que se ofrece en mis recuerdos:
Eres brillo en la noche, luz serena,
Zafiro despejado como el mar.

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