jueves, 24 de enero de 2013

Mª. TERESA ESPASA MOLTÓ


M.ª Teresa Espasa nos advierte en su introducción que trae los versos del poemario inacabado La conjura de la noche, que habla de la problemática de los “sin voz”. Podría pensarse que estos versos se han apartado de los usos de su quehacer poético. Nada más lejos: en ellos pervive el tono elegíaco, que no hay que confundir, como se suele observar, con la tristeza: más bien estamos ante una trabada lucidez que medita las quisicosas de la vida. Emana una melancolía (Prólogo, Josué en el campo de batalla, Diario de una mujer soldado) que en ningún caso llora: simplemente se atreve a mirar.

(Rafael Coloma)

Mª. Teresa Espasa Moltó

PRÓLOGO

Perdidos en el cauce seco de la vida,
sobre la onda quebrada de una luz
                                     que amanece.

Después de que la tierra
se repliegue en el hueco de un almendro,
y los cuerpos se rompan
bajo el peso de la astucia y la patraña,
volveremos a esta asamblea de la noche
para dejar de ser esclavos.

Así pues, ocultos en el ángulo
secreto de los bosques pajizos,
en el rincón más oscuro de la nada
donde sólo la locura es reconocida,
nos reunimos gentes de nuestra sangre.

Quizás cuando llegue el invierno
y las aves esquivas superen ausencias dudosas,
anidaremos, una vez más,
en el lado oscuro del espejo.

No hay comentarios: