viernes, 12 de junio de 2015

VICENTE BARBERÁ ALBALAT

Excelente fotografía de Virgilio Fuero
desde la ventana de un bar en la playa de La Patacona
LADY “SHE” (SEÑORA “ELLA”)

Entró y se desvistió para mí.
Se asomó a la ventana y al río.
(Más allá el Garl Schurz Park.)

El río, el vino, su lascivia…
Los abrazos del sol de verano
en los poros sedientos de la piel.

Empezó a desnudarse
entregándome cuerpo, besos, sueños...
Allí esperaba, cáliz abierto.

Pero no a mí.
Llevaba en su nostalgia un desamor
y herían los cuchillos los bordes de su carne.

Yo me imaginé a Gloria,
pero era “Ella” quien estaba allí,
            tierna,
                       sedienta,
                                       y ausente.

          ***

Gloria me tuvo antaño entre sus besos
y sus brazos mordían
con tenazas de hierro.

Ahora repta por la arena
de mi desierto
                  perdida en otros tiempos.

Hubo tantas Glorias que se fueron…

          ***

Contemplamos el río juntos,
“Ella” se fundió
con Gloria en mi recuerdo
y el misterio y el mar
anegaron dos cuerpos.


(NY, 07-09)

2 comentarios:

Damaris dijo...

Vicente, es impresionante el poder de las palabras. Transportan en el tiempo y en el espacio.
Tienes razón; pasa allá, pasá acá. Todos tenemos una historia que nos marca y, sin quererlo en algún momento, se mezcla con el presente.
No obstante, el presente es lo tangible; es lo real. Aunque muchas veces el presente es intangible, una utopía.

vicente barberá albalat dijo...

El presente nunca es intangible: siempre es real. Si eres capaz de vivir en el presente nunca te morderá la infelicidad. Ya sé que es difícil, porque es uno de los trucos de la felicidad.