viernes, 7 de agosto de 2015

MARÍA TERESA ESPASA MOLTÓ

María Teresa, en el atril

JOSUÉ EN EL CAMPO DE BATALLA

¡Otra vez la fría noche!

El duende de las tinieblas,
el ser de las cosas, tan distante y silencioso,
es como un fantasma
sin cabeza que apoya su cuerpo transparente
sobre el hierro encendido de los campos
de la guerra.

¡Si pudiera transformar el mundo
en azar, en puro sueño,
sólo en goce de vivir
por vivir la vida!

Viejas armaduras desnudan

el valle de Jericó.

("El Limonero de Homero III")

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