domingo, 15 de noviembre de 2015

ANA NOGUERA EN "POESÍA VIVA"


Ana Noguera (Foto gentileza de José Luis Vila)
Doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de Valencia.

Ccncejala del Ayto de Valencia en el año 1995. En 1999, candidata a la alcaldía del ayuntamiento de Valencia. En el 2003, elegida diputada en las Cortes Autonómicas hasta el 2011.

ACTUALMENTE: Miembro del Consell València de Cultura. Profesora de Sociología de la Uned. Colaboradora de diversas revistas filosóficas-políticas como Temas y Sistema. Con una columna de opinión semanal en la revista SistemaDigital.

Afiliada a diversas ONG´S: Médicos sin Fronteras, Amnistía Internacional, Cruz Roja, Greenpeace. También es miembro de CLAVE (Asociación de Críticos y Escritores Valencianos)

Ha publicado un libro de poemas titulado “Quimeras”, una novela “Un lunar en el labio”, un relato “Suspiros de felicidad”. Y ha publicado un primer ensayo “La otra crisis: ciudadanía y democracia”. También ha participado en diversas antologías poéticas. O son cientos los artículos publicados en los medios de comunicación.

INFANCIAS FORZADAS

Según las últimas estadísticas oficiales, Unicef cifra en un 30% el porcentaje de mujeres casadas antes de los 19 que, para cuando alcanzan esa edad, ya tiene tres o cuatro hijos. Un 4% de las mujeres nepalesas se resigna a aceptar la poligamia para no ser repudiadas. India, un país que concentra el 40% de todos los matrimonios infantiles que se dan en el mundo. El 80% de los matrimonios en India son concertados. 

A los seis años,  
Sansita juega con una muñeca.

A los siete, retiene entre sus manos 
un espejo plata con el reflejo
del polvillo rojo sobre su frente.
Un punto inmóvil, entre ceja y ceja, 
firma su matrimonio.

El precio sórdido de su niñez.

Crecer rápido para olvidar pronto.
Su tiempo es el tic-tac de un despertar
que espera con temor la compasiva
mirada del varón.

Los rezos y desvelos de su madre
rogarán porque el abuso no rompa 
la cándida confianza de su cuerpo.

La ley es papel mojado. 
El matrimonio no es voluntad de dos,
simplemente es el resultado de hombres,
de los machos ebrios,
de  las tradiciones,
de no tener valor y poco precio.

No sonríe, la mirada clavada
en un punto ajeno al suelo y al cielo.
A nadie importa si tiene querencias,
     envidia el uniforme del colegio.
Su casa ataviada para la fiesta
llora por su inocencia.


(ANA NOGUERA)

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