sábado, 5 de marzo de 2016

DE AMOR Y SOMBRAS

Vicente Barberá Albalat, a la derecha, en Matelica.
ROQUEROS DE OKLAHOMA

Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
W. E. Henley

Por una carretera solos van,
el coche abandonado en la cuneta,
tres guitarristas viejos con su música.
El rock casi no suena en sus miradas

y la añoranza flota en sus recuerdos
de la voz que perdieron en las noches
en que el güisqui regaba sus gargantas.
Hoy apenas les quedan energías

para seguir andando entre las tierras
de aquel duro desierto de Oklahoma
donde dejaron huella sus canciones.

Cansados llegarán a su concierto
dejando su mirada en un cartel
donde una joven muestra sus encantos.

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